Intrigados abrimos nuestro tablero digital y avanzamos en las casillas.
El reto que se nos propone es escuchar los sonidos de los animales que hay dentro de un establo en el que no podemos entrar
FONÉTICA
Hacemos nuestra primera lista por escrito. Para no cansarnos lo hacemos por equipo con la técnica de pizarra rotatoria. Es decir, un nombre/letra cada miembro del equipo.
Solo tenían que escribir la primera letra de cada animal... pero casi todos empezaron a escribir y preguntar como seguía.
Evidentemente, no todos están motivado para escribir, pero si, para hacer algo en equipo con el objetivo de ser el mejor grupo, con lo que interés, ponen todos. El que quiere tomar la voz cantante quiere hacerlo solo y le cuesta delegar, al final, conseguimos un consenso para que dejasen participar a los demás.
Los demás, se dividen en 3 grupos: los que dejan que sus propios compañeros les ayuden , los que quieren que les ayude la seño, y, los que se agobian porque quieren llegar solos.
Vemos la evolución en la escritura, oímos más sonidos que a veces no identificamos, y los queremos poner todos, no nos conformamos con solo vocales, cada vez más exigentes me hacen repetir el silabeo para que les ayude con los símbolos/gestos que hemos aprendido este curso y que yo voy suprimiendo.
Es sorprendente como ya destacan muchos alumnos por su evolución fonética que casi escriben algo parecido a lo real. Otros, tienen curiosidad por las palabras que ven escritas, que hasta me piden leer algunas.
Uno de los equipos hasta lo completó con dibujos.
Superado este reto, conseguimos rescatar muchos animales, pero, estaban escondidos...
Al día siguiente cuando llegamos nos encontramos muchas tarjetas de letras en la alfombra, no sabíamos que era. Ellos como siempre, cogen su letra y, las raras, las que nunca salen.
La seño propone que formen su nombre, como hacemos con uno de los juegos en los rincones.
Y con la tablet de la seño descubrimos que había animales escondidos en las letras.
Para poder descubrirlo, utilizamos la app ARFLASHCARDS.
Conectamos la tablet a la pantalla para que podamos verlo todos a la vez, lo que facilita que el que sujeta la tablet no reciba empujones de los demás que quieren ver.
Ya en mesa repetimos con tarjetas en blanco y negro que cada uno guarda ya celosamente en su bandeja.
Tanto nos gustó que quisimos dibujar los animales que vimos aunque no podían venir a nuestra granja turuleta.
El equipo Gekko pidió investigar como podían dibujar algunos de esos animales.
Esto parece que termina. ¿Llegará pollito en la siguiente sesión?
¿Como sigue nuestro tablero?
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