LIBRO VIAJERO DE GUILLERMO
Cuando pregunté en clase que eran los metacarpianos, todos me miraron extrañados. Si claro, una palabra rara pero Guillermo la conocía bien.
Cogimos nuestro esqueleto y localizamos, según el dibujo que nos dejó Guillermo, y descubrimos que eran huesos muy pequeños y que a Guillermo le tuvieron que doler, no nos lo imaginamos sin poder moverse pero fue lo que le aconsejó el médico. Es la única manera para que los huesos se curen. También nos contó que se lesionó por un accidente, puso el pie justo cuando pasaba su mama con tacones... Menos mal que la seño no se pone porque en la asamblea no paramos de movernos y fácilmente nos pueden pisar.
¡Qué listos son estos niños! ¡Hay que ver cuántas cosas están aprendiendo! Un beso.
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