Ya desde el período de adaptación los peques veían un osito en la asamblea y no sabían para que era. Aprovechamos el osito para mejorar este cuento.
Como todo lo aprovechamos, hacemos asociación de colores y nos damos cuenta que las cantidades cambiaban. Los chicos rápidamente se dan cuenta donde hay solo una, cantidad que trabajábamos en ese momento.
Como nos gustó tanto, cada semana pintábamos un animal.
Y lo que más nos gustó fue descubrir que hay una versión cantada, el segundo motivo por el que me gustó este cuento. Es un cuento para trabajar la repetición, la melodía, la memoria y con la canción triunfamos, se quedan mudos.
Nosotros hemos hecho una versión reducida del cuento sin cantar, aún no nos atrevemos jeje. Aquí os dejo un poscast.
MAÑANA SE LO LLEVAN A CASA.
Tomo nota del cuento,no lo conocía. Y menuda forma de aprovechar los recursos😉
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