Las 2 nos invitaban a relajarnos pues una de ellas era una botella de la calma en la que los peques metieron la mano y sacaron unas bolas que decían que eran uvas jjj. Las tocaron, acariciaron y se las pasaron por la cara porque decían que relajaban.
El segundo objeto era un peluche, también relajante, en el que leían la frase: vales un montón.
La propuesta es que ellos se la diesen a un compañero de la clase y fuesen capaces de decirles algo bueno. Parecían frases de agradecimiento: vales mucho porque me ayudas siempre, en el patio estás conmigo y te portas bien, tu nunca me haces nada malo, me ayudas con los castillos del patio, sabe mucho y trabaja... también se acordaron de algún papa y mamá.
y otras, como vales mucho porque haces la tarea.
La seño vale noventa mil porque le dieron el cojín muchas veces jeje.
vales un montón by Slidely Slideshow
La siguiente propuesta fue expresarse de la misma forma pero por escrito, esta vez tenían que pensar en alguien que necesitase que le dijesen algo bonito, porque a veces es importante que nos digan que hacemos las cosas bien. David recordó que su mamá también lo necesita porque hace la comida siempre y todos llegaron a la conclusión que es importante decirle a mama que todo lo que hace está muy rico, para que se sienta bien.
Muchas chicas se acordaron de una de sus compis que ultima mente está más sensible y sus frases fueron para ellas. Sólo os dejo unos ejemplos para que os hagáis una idea, pero la verdad que quedaron muy bien todas
Tercera actividad en psicmotricidad:UN MONSTRUO VIENE A VERME.
En esta película el protagonista se dedica a romper cosas para sentirse mejor, y eso fue lo que hicimos.
Esta actividad les encantó. primero jugamos con una hoja de periódico imaginando lo que podía ser: una capa de súper héroe, un pañuelo, un sombrero, una bufanda, una manta, un velo de novia... ideas que tenían que ir diciendo ellos y todos nos colocamos por el cuerpo.
Después pasamos a arrugarlo poco a poco mientras nos damos masajes.
La sorpresa fue cuando la seño empezó a romper el papel y, horror, a tirarlo al suelo. imitaron el gesto y lo mejor es que había que recogerlo, arrugarlo un poco más para encestarlo en la bolsa y, repetir el mismo proceso.
Esto fue lo que más les gustó, tened la opción de ser ellos los que tirasen por los aires todos los papeles.
para alivio de la limpiadora, todo quedó limpio, esos chicos se esmeraron en recoger muy rápido para repetir jeje.
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