Es divertido verlos todas las mañanas pasar corriendo para ver si nuestro monstruo ha cambiado.
El lunes nuestra estrella cambió después de dejarnos nuestra recompensa, tenemos 4 monstruos más.
Seño, nunca ha venido un monstruo azul.
Ah¿ NO? Vosotros queréis que venga uno azul?
Si pero ahora no.
No , cuando no estemos en la clase.
Al entrar el lunes después del patio había un monstruo azul, con 3 ojos y con un mensaje.
Seño hemos tardado tanto en entrar que mira que ha pasado.
Así lo interpretaron ellos.
Nos quedó claro que nuestro monstruo quería pelo. ¿Y como tienen el pelo los monstruos?
Salimos a la pizarra a dibujar. Todos con el pelo tieso y al principio solo hacían 4 pelos como el cuento de esta semana: el monstruo Camuñas.
EL MONSTRUO CALIENTE
Jugamos a ponerle pelos a un monstruo de plastilina. Se reían mucho porque le pusimos unos pelos muy grandes. Para complicarlo más y practicar la motricidad, añadimos macarrón.
¿Hacemos uno?
¿Usamos este pelo? No seño porque se va caer... pesa mucho.
Primera dificultad: conseguir que estos peques hagan una bola de plastilina nueva. Con un poquito de ayuda lo conseguimos.
Después partes de la cara, más fácil porque las bolas eran más pequeñitas.
Y por último los pelos pues queríamos un monstruo peludo.
Cada uno pintó los pelos a su gusto, de un solo color, multi, muchos pocos... Marta lo tenía claro: yo 4 como Camuñas.
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