Estrenamos nuevo curso , y ya les he puesto a prueba varias veces .
Primera tarea de mesa y estaban ilusionados. Pero cuando les dije que solo era el nombre se quedaron un poco decepcionados.
Al terminar los reuní en un punto de la clase y …
* Hacemos una pelota. Si, si, arrugamos nuestro nombre. Cerramos los ojos y a lanzar lejos.
Esto sí que les gustó. Tras su sorpresa inicial se prepararon para un buen lanzamiento.
“Chicos al suelo no se tiran los papeles” . Ahora toca que busquéis vuestro nombre y recogerlo. Sorprendidos fueron a buscarlo pero no fue tan fácil. Algunos tuvieron suerte y lo encontraron enseguida, al resto les costó mucho, y hasta les molestó.
Cuando veían que no era su nombre lo volvían a tirar. Yo esperaba que se lo diesen al dueño, pero no.
Repetimos de nuevo pero cambiamos la orden. Hacemos bola y nos damos la vuelta para no ver donde cae ( alguno hizo trampa) pero ahora si no es el vuestro dárselo al que corresponda. No se trata de coger el nombre antes que los demás, eso no demuestra nada.
La actividad terminó enseguida y reflexionamos sobre que había cambiado.
El equipo seño. Nos hemos ayudado entre todos. .. Los que se ayudaron, porque soy consciente del temeroso, que piensa que la actividad era otra., y tiró el papel donde quería y se fue allí. Pero esto lo han hecho los casi nuevos.
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