Unimos nuestros 2 proyectos: soy robot que es anual y el monstruoso.
Es hora de hacer repaso de lo que vamos aprendiendo y, para que ellos decidan como quieren seguir avanzando.
Para ello dibujé un camino robótico para que entendieran el sentido lineal de nuestra historia.
El final del camino es conseguir un monstruo o, varios, añadimos un código secreto que el robot solo entiende y así ellos pensaban si tenía miedo o estaba contento.
Dibujé con ellos las partes que han ido apareciendo: ojos, nariz y caras, y después decidieron que llegase una boca y unos cuernos, mejor que orejas, así que les hice caso.
¡Cómo les gusta ver este baile! que ya no son capaces de respetar los espacios.
Seguimos experimentando con la robótica y les paso el reto a alumnos de 4º que muestran interés por toda novedad. Solo les enseño los códigos de colores y el vídeo.
Aceptaron el reto Inmaculada Romero y Elena Moreno, graba su compañera Sophia. Demuestran que los intereses son los mismos. Da igual la edad, desde adivinar como se enciende, al entusiasmo de comprobar cada paso que habían creado.
Ellas crearon un laberinto, que si le queremos poner más finalidad educativa, bien podría ser un mapa:
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